Las actividades humanas de producción, consumo y eliminación, como la quema de combustibles fósiles, la destrucción de bosques tropicales y los vertederos insostenibles, que crecen para satisfacer la demanda de transporte, bienes y servicios en todo el mundo, tienen una influencia cada vez mayor en el clima y la temperatura de la Tierra. Esto añade enormes cantidades de gases de efecto invernadero a los presentes de forma natural en la atmósfera, aumentando el calentamiento global.

Los impactos del cambio climático en los distintos sectores de la sociedad están vinculados entre sí. Todos debemos respirar el mismo aire y comer alimentos procedentes de la tierra. El impacto del COVID-19 en la Sostenibilidad económica humana ha creado una nueva conciencia de que sólo hay un planeta en el que vivimos. Los problemas de salud humana aumentan la mortalidad, afectan a la disponibilidad de alimentos y limitan la productividad de los trabajadores. La unidad en la acción es responsabilidad de todos

Estamos tan acostumbrados a tomar decisiones de compra basadas en el valor que atribuimos a los objetos, las necesidades y los deseos, y no en cómo afectan al planeta y a las generaciones futuras. Cada vez se producen más objetos de consumo y se promocionan a la vista de todos; sin reflexionar sobre la cantidad de energía derrochada para que lleguen a la vida cotidiana.